domingo, 2 de septiembre de 2012

Felicidad verdadera.

Sécate las lagrimas. Levántate. Abre la ventana. Respira. Cierra los ojos. Párate un minuto a pensar por que estás llorando y date cuenta de que es incoherente. La vida es dura, todos lo sabemos, aun que los adultos nos digan que somos muy jóvenes para saberlo. La vida lastima, hace daño, No es dura, es muy dura. Pero también es bella. Es increíble el simple echo de que existamos. Asusta. Pero es maravilloso. Piensa el montón de gente que te quiere, que no puede vivir sin ti. En esos abrazos que te gustaría que fuesen eternos, que siempre tendrás. Piensa en ese momento de euforia cuando ves a alguien que echabas mucho de menos. En el olor de las flores frescas en primavera, en un pequeño balcón entreabierto, con puertas blancas y cortinas azules que al volar con el viento dejan pasar un leve hilo de luz solar que ilumina toda la habitación. Piensa en el plástico de burbujas. En el mar. En los viernes a la tarde. En las noches de luna llena. Piensa en lo preciosa que es tu sonrisa. En estirarse un sábado a la mañana. En tu canción favorita. Piensa en ti. En lo maravillosamente imperfecto que eres.



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